En los últimos años, ha aumentado la preocupación por garantizar que los alimentos que consumimos sean auténticos y de calidad. Esto se debe, en gran parte, al incremento de los casos de fraude alimentario, donde productos son adulterados, mal etiquetados o contaminados de manera intencional. Este tipo de prácticas no solo afecta a la economía, engañando a productores, distribuidores y consumidores, sino que también puede representar un riesgo para la salud pública.
Garantizar la autenticidad de los alimentos es fundamental para asegurarse de que los productos realmente contienen lo que dicen y cumplen con los estándares de calidad adecuados. Además, ayuda a detectar posibles contaminaciones o adulteraciones antes de que lleguen al mercado. Para lograrlo, es necesario desarrollar métodos de verificación que sean ágiles, precisos y fáciles de implementar.
En este contexto, las nuevas tecnologías pueden convertirse en aliadas clave, y eso es precisamente lo que busca el proyecto SmartControl, una iniciativa innovadora liderada por la Universidad de Vigo. Este proyecto ha sido seleccionado en la convocatoria nacional de Generación de Conocimiento y está coordinado por el catedrático Jesús Simal Gándara, del Grupo de Investigaciones Agrarias y Alimentarias (AA1).
El principal objetivo de SmartControl es desarrollar un sistema avanzado para certificar la autenticidad de semillas, harinas y productos en polvo o texturizados elaborados a partir de cereales, legumbres y frutos secos. Para ello, el equipo de investigación utilizará tecnologías de última generación, como imágenes hiperespectrales y algoritmos de inteligencia artificial. Estas herramientas permitirán analizar la composición de los productos de manera detallada, identificando patrones únicos que garanticen su autenticidad.
Con un presupuesto de 212.500 euros, el proyecto comenzó recientemente y se desarrollará hasta agosto de 2027. Además de contar con la participación del investigador Gonzalo Astray, el equipo de trabajo está formado por especialistas de diferentes áreas, como tecnología alimentaria, ingeniería industrial e informática, química y farmacia. También se suman expertos en análisis químico, procesamiento de alimentos, tecnología de imágenes e inteligencia artificial, quienes aportan sus conocimientos para hacer posible esta investigación.
El equipo subraya que la colaboración interdisciplinaria es clave para abordar los retos técnicos del proyecto y desarrollar soluciones innovadoras. Gracias a esta sinergia, esperan crear un sistema eficaz y accesible que ayude a mejorar los controles de calidad en la industria alimentaria, beneficiando tanto a productores como a consumidores.
En definitiva, SmartControl representa un paso adelante en la lucha contra el fraude alimentario, combinando ciencia y tecnología para garantizar que los alimentos que llegan a nuestras mesas sean seguros, auténticos y de la mejor calidad.
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